Anécdotas vs historias ~ Pruébame blogger!

viernes, 12 de abril de 2013

Anécdotas vs historias

Yo soy una persona con poca labia. Me hace falta tener al lado alguien conversador. No un conversador compulsivo de esos que necesitan hablar continuamente y les da igual si están solos o rodeados de gente, conocidos o desconocidos o alguien que sólo necesita que le prestes atención sin buscar un mínimo de interacción contigo. Necesito alguien que sepa crear y mantener una conversación en la que me sienta involucrado y donde yo pueda aportar y ayudar a mantenerla viva, donde se me dé lo mismo que se me exige. Quizá por eso soy más de conversaciones tipo "escalada de chorradas" donde cada cual aporta una tontería mayor pero ambas partes tienen igual parte y la mantienen por igual. Quizá por eso soy un tío más de contar pequeñas anécdotas que de contar historias. Al contrario que mi padre o mis hermanos, soy incapaz de hilvanar las cosas que me pasan o pasaron en un todo coherente y soltárselo a una tercera persona. Soy un tío del tipo: ayer ocurrió esto.

Todo esto viene porque contar historias es algo que a otras personas les resulta sencillo y natural y para mi no pasa de ser algo frustrante. Quizá por eso dejo de ser interesante en cuanto la gente me conoce un poco y dejo de tener cosas que contar y los demás dejan de interesarse por mi y mis cosas y buscar que preguntarme. Pueden partir o no de una anécdota, pero alrededor de cualquier minucia construyen una historia y lo que es más importante, le dan continuidad, no dejan que esa semilla, ese pequeño germen se quede sin sustento y la alimentan y engordan. Incluso esta pequeña anécdota puede dar lugar a historias para varios días al ir sucediendo más cosas. Y lo que yo cuento se acaba en un minuto tras el cual me quedo sin nada que decir y sin saber cómo continuar conversando; estas otras personas alargan y enriquecen y convierten un pequeño hecho casi sin importancia en un filón de palabras y situaciones. Y las anécdotas que tengo que podían derivar en historias resulta que duelen; en su momento y visto con perspectiva, contarlas era más una manera de desahogarme por lo pasado y ahora cada vez más han perdido su halo de historias y se han ido quedando en meras anécdotas, aunque el dicho dice que las cicatrices siempre cuentan mejores historias que los tatuajes. No tengo reparo en decir que envidio mucho a esas personas, pues estoy hambriento de historias y no encuentro manera de saciar ese hambre, y ese hambre me consume.

5 comentarios:

Pau Soy yo pensó (ingenuamente) que alguien leería esto:

Si te sirve de consuelo, yo soy como tú, sólo consigo hablar largo y tendido si tengo mucha (pero mucha) confianza con alguien, sino pues nada... despues de hablar del tiempo empieza el silencio incómodo, jajaja.

Mr Blogger pensó (ingenuamente) que alguien leería esto:

Si tienes que tirar de hablar del tiempo para dar conversación es que la cosa está mu malita xD

Pau Soy yo pensó (ingenuamente) que alguien leería esto:

Bastande :(

Diego Alcaraz Hernández pensó (ingenuamente) que alguien leería esto:

Discrepo. Aún en silencio, se agradece tu compañía.

Mr Blogger pensó (ingenuamente) que alguien leería esto:

Gracias

 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Creative Commons License Blogalaxia BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog Top Blogs España